Men of Honor de Adrenaline Mob... otro de la generación de las superbandas

Me gusta hablar de los supergrupos. Siempre tienden a un resultado más marcado que un disco convencional porque las expectativas siempre son más altas.

Los supergrupos cuentan con estrellas, son un crossover, algo excitante, que simula el mismo efecto cuando un guionista chingón se suma a director de moda y un actor de renombre en una película, o dos escritores anclan una historia, o deportistas famosos hacen dúo o terna. Un "dream team", si recordamos aquella quinta, por decirle así, que representó a Estados Unidos en basquetbol, en las olimpiadas de Barcelona 92.

Bueno, pero este espacio es de música, y en música los duetos, versiones, y en el rock, los supergrupos, siempre se cocerán diferente, llevan aderezo, vienen preparados, y pueden ser, por las altas expectativas, indiferentes o amargos al paladar, aunque también, ese virtuosismo y el que tenga el músico fama de sobras, también los exenta de la rudeza en muchas ocasiones.

Yardbirds, Crosby, Still and Nash, Emerson Lake and Palmer, Journey, en las décadas de los 70s y ochentas; Temple of the dog, Audioslave, Brujería, Then Crocked Vultures, Chickenfoot, Reconteurs, entre otros, en la nueva era, desde la generación x para acá.

En este bufé, Mike Portnoy juega en la última era un papel importantísimo. Su versatilidad y ego, lo han llevado a armar bandas como si fuera partidas de solitario, y la mayoría, son superbandas.

Contrario a lo que pudieran pensar, más de dos estrellas, es superbanda, y ahí Portnoy no ha quedado a deber: la sensacional Transatlantic, la poderosa The winery dogs, la perfecta Flying Colors y por supuesto, Adrenaline Mob.

Quizá no es la mejor de las cuatro, hasta podría ser la "menos mejor", pero hoy toca por dos cosas: para este febrero de 2014 nuevo álbum y por primera vez sin Pornoy.

Apenas tienen menos de tres años y ya tienen 3 discos: metal clásico con tintes de numetal, excelentes guitarras de Mike Orlando y poderosa voz de Rusell Allen, el frontman de Symphony X.

Men of Honor no ofrece algo diferente al disco debut, Omertá, y si más que el álbum de covers, Coverta.

AJ Pero se incluye en la batería en lugar de Portnoy, que está por sacar discos con las otras tres superbandas (y de la que espero ansiosamente el de FC), y el cual cubre el puesto destacadamente, sin aportar algo diferente, pero también si extrañar de más a Portnoy.

Es rocanrol, no más, rock divertido, letras un tanto sin sentido, para pasar un buen rato (contrario a la clase de los otros tres proyectos, que tienen virtuosismo), y que te hacen sentir bien, insisto, Orlando con excelentes riffs y bueno solos, buena sesión de Pero y el bajista de Disturbed, John Moyer, y un sensacional voz de Allen, uno de los dos hijos vocales del gran Ronnie James Dio.

No te hagas grandes expectativas, disfrútalo.

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