Tony Martin. Comer en plato de dioses
Qué difícil debe ser ocupar el lugar que ocupó Ozzy Osbourne, Ronnie James Dio, Ian Gillan, Glen Hugues , Ray Gillen y David Coverdale. Ahí que el único pecado de Tony Martin al pisar el cargo de frontman de Black Sabbathm fuera ser desconocido. Pero para nada es el peor de los cantantes anteriores, tiene una gran calidad vocal, muy similar a la Dio, y eso fue lo que valió que Iron Man, Tony Iommi lo tuviera en la alineación en cinco discos. Quizá fue ese el motivo para que Tony lo trajera, la descomposición humana producto de la fama en las épocas de Osbourne y Hugues, y el ego de Dio y Gillan, lo llevaron a buscar un perfil bajo. Pero al final fue el romance, la nostalgia de las épocas grande de Ozzy y Dio lo que hicieron que, injustamente fuera subvalorado por los fans y despedido por Iommi en dos veces, pero la calidad en sus composiciones y ejecuciones vocales no debe estar en duda. Martin llegó para The Eternal Idol, un álbum que dejó incompleto Ray Gillen,