Desmenuzadero. Libertad escrita con pluma sin tinta
La censura no tiene no tiene ningún argumento. Para su lado oscuro, la difamación, hay recursos legales para controlarlo y que finalmente, con eso, se equilibra. Lo digo porque en México ha sido el tema desde hace más de 10 años, y hoy, con mayor fuerza. Cuando, y después de tantos años de censura permanente fomentada por la oligarquía presidencial del PRI, junto a la alternancia vino la apertura a la crítica y la libertad de expresión, cualquiera que en este país eso signifique, hubo que celebrar, y quizá, se ejerció en pañales. Vicente Fox Quezada fue el primer presidente que pudo ser llevado al paredón editorial, y ser calificado como payaso, ser criticados por sus excesos y deficiencias, y tener un lugar fijo a los cartoneros, a la grillas, y a todo lo que oliera a crítica. Yo aun sin ser parte de los medios, aplaudí, tal como aplaudieron los periodistas, reporteros, cartoneros, y sobre todo los lectores. La apertura informativa habla de una madurez y un crecimiento inte