The Cranberries en Tampico. Un concierto demasiado grande para una ciudad pequeña
Esta vez pese a los espacios vacíos no me importó estar en la zona general del concierto, mi sentimiento vandálico que intentaban emular mis compañeros para adentrarse sobrepasando al cuerpo de seguridad a una insípida multitud, no me tentaron. Desde hace años quería escuchar en pleno a Dolores O´Riordan, desde su primer álbum “Everybody Else Is Doing It, So Why Can´t We?“, ese donde, -recuerdo a mis once años- escuchara el sencillo “Dreams” en un comercial de vinos que me hipnotizó. Ahí los hermanos Noel y Mike Hogan, su estilo post punk con tintes de pop británico y por supuesto el sonido del folklor irlandesa se emitió a lo largo de varios discos que los hicieron por más de una décadas, una de las mejores bandas rock pop del planeta, inclusive en una mente nada inteligible musicalmente como la de un headbanger o metalhead. Ayer me olvidé de los protocolos rockers, inclusive la hora y media del concierto con una cerveza, no me importó que los tampiqueños no tuvieran la condic