God is not Dead, Ozzy... Black Sabbath posee a México
Are you fuckin’ crazy??
El telón negro deja ver al fondo dos demonios danzarines icónicos, brillantes y disparejos, mientras el grito desgarrado de Ozzy, hace gritar a 70 mil blacksabbathianos mexicanos.
Por todos lados escuchas voces de chicas, mujeres que desgastan la voz ante el príncipe de las tinieblas.
“Are you fuckin crazy?”, vuelve a gritar.. “louder”
El Foro Sol se encuentra caliente, minutos antes Megadeth ofreció una hora de recital totalmente metalero, aunque con un pésimo sonido, pero que hizo cantar a México, al estilo que adquirido hace años en Argentina.
Suena la sirena. De alguna manera sabes que esto es histórico. Los dioses del metal han llegado a una tierra de los dioses, a México, así, paganos, invadiendo territorio santo.
Puedes girar tu cabeza y los gritos son multigeneracionales. Veo a quienes debieron escucharlos a los 18 años, veo a quienes los escuchamos ya cuando estaban separados, y veo a quienes los acaban de escuchar con "13". Impresionante.
“Generals gathered in their masses” grita con un escenario aun oscuro Ozzy Osbourne, bajo el compás de Iommi, Butler y el apoyo de Tomy Clufatos.
“All right now”, entona en la parte fuerte de esa sensacional “War Pigs” y retumba el foro, es tanta la fuerza que no puedes creer que estos tipos tengan casi 70 años.
Ozzy agradece, y bromea, siempre amoroso “I love you México”, llevándose las palmas, las odas.
Precede “Into de Void”. Es un momento hipnótico, cargado de aquél blues progresivo tan extraño que implementaron, a finales de los sesentas y principios de los setentas.
Una pequeña chica no alcanza a ver sobre la muchedumbre. Su estatura no importa, la música está en su cuerpo.
Luego viene “Under the Sun”. Esta gira la ha traído de la mano, pese a que no es una de sus canciones más populares, sin embargo, es un momento sumamente potente. Gezzer Butler se lleva la canción. El latigeo del bajo sobre sale al sensacional riff de Iommi y la profunda voz de Ozzy. ¿Debo decir que es mi preferida?
Otro momento nostálgico es “Snowblind”, se nota que esa canción es preferida por muchos. Un clásico mayor, y le da el paso a “Age of Reason”, una de las canciones del nuevo álbum, “13”. Al final de la canción, apoyado de unos invisibles teclados, una parte dramática, Ozzy se arrodilla ante Iommi quien eleva su solo de guitarra, hace reverencia, la primera de la noche.
El viejo Ozzy, atarantado, lento, enfermo, olvida la edad y la salud, reta al tiempo y corre por el escenario, juega con el público y se deja querer.
“Es hora de ir al principio de todo, una canción de hace mucho tiempo, mucho mucho tiempo, mucho mucho” dice el loco mientras todos ríen. Todo se oscurece. Suenan las campanas, luego los gritos.
Inicia el profundo riff de “Black Sabbath”, todo retumba, todo oscuro, algunos se toman la cabeza, la cara, el corazón. Freddy me voltea a ver y me toma del hombro; también lo abrazo.Todos esos años de idolatrar a un ídolo “caído” toman sentido.
Tomy Cufletos tamborea, Iommi entona los tres lentos compases, Gezz los sigue… “What is this that stands before me?”… Esa canción sigue siendo tan tenebrosa, profunda, oscura como en ese memorable primer disco del 69.
Ozzy se retuerce, histrioniza, carcajea después de esa famosa línea “Satan's sitting there, he's smiling”… la ovación.
Oh no, no please God help me….. el riff retumba en el foro, se cae, dormita y entonces viene ese segundo riff… estamos quizás ante el momento más fuerte del concierto.
El ritmo y el blues regresan con “Behind the Wall of Sleep”, es una canción poderosísima. Concluye Iommi, luego aparece solo el sensacional Butler, es un maestro, mi favorito. Viene NIB. El foro explota nuevamente, todos brinca cual canción noventera. Los viejos se quedan mirando a los chavos que se retuercen. Otros cantan.
Contínuamente se viene ese olor, creo que inspira a pedir que llegue “Sweet leaf”, pero no llega., en su lugar cae “End of the Beginning”. Qué canción, qué riff. No parece que sea una canción “no época sabathiana”, y antecede a una que sí lo es, la mítica “Fairies Wear Boots”, es un ligero momento de relax, de cánticos.
Iommi saca el roff de Rat Salad, luego Cufletos demuestra sus habilidades, prende a la audiencia, y sabe que ya viene, esa histórica. Juega con los gritos, finge que la inicia, y sigue con su genial presentación de solo, al último, se deja llevar con ese beat lento, fijo, luego otra vez Iommi…
“He is Iron Man”, apunta Ozzy a Iommi.
El foro corea el sensacional riff de Iron Man, 70 mil personas cantan con fuerza. Es un momento único. Puedes girar 360 grados y no oyes un hueco sin cántico.
Iommi sobrio, elegante; Geez apuntala ta fuerte que retumba el bajo en las bocinas; Ozzy canta y de repente, te das cuenta que en ninguna canción ha perdido la voz.. ¡Es Black Sabbath sin edad!.
Jess voltea a mirarme nuevamente “Los estamos viendo compadrito”. Solo asiento.
“God Is Dead?” asienta un poco al concierto que descansa tanta fuerza, pero hace menear las cabezas con ese riff hipnótico.. Ozzy gatea, brinca, corre
“Ozzy, eres un puto loco” suena detrás de mi un grito ‘achilangado’. Pienso que definitivamente, como alguna vez leí, es un loco maravilloso.
“Dirty Women” es un momento que no he entendido. Una canción popular en su momento pero no cabe en un histórico set list de Sabbath. Esta noche lo he corroborado. El público duerme y Ozzy intenta animarlo. Finalmente el mundo ama a Sabbath. La canción es cantada por los verdaderos fanáticos, pero ese lugar cabe para otras como Sabbath Bloody Sabbath, Never say Die, The Wizard, Electrif Funeral o Hole in The Sky, pero ellos la defiende, la voz de Ozzy incluso cae, debido al tono alto original, Iommi intenta acoplarla. Sale.
Ozzy vuelve a hacer cantar a la audiencia. Bromea, todos responden. Quieren oír la ovación.
Ioomy-Butler retoman ese ritmo fijo, ha llegado “Children of the Grave”, volteo a mirar a mis compadres que incrédulos, a igual que miles más, no esperaban escuchar la mítica canción del Master of Reality.
Estalla la batería con ese sensacional riff metalero.
Justo atrás de mi surge un slam unisex, lo viejos, y los roqueros no tan metaleros miran sorpendidos. Metros adelante se forma otro, y más allá, otro.
La explanada se ha vuelto un remolina que piensas en algún momento, será un huracán. Es el clímax. No pierde fuerza, sensacional de principio a fin.
Ozzy se despide, unos voltean a verse espantados, otros sabemos que es una despedida ficticia, el loco regresa segundos después, no se puede ir sin ella, regresa Iommi, finge otro riff, y finalmente lo hace, el ritmo de “Paranoid” destapa la locura, todos brincan, hay slam, headbangers, gritos, Ozzy corre, Iommi y Geezer sonríen. Nosotros sabemos que es el final.
Ahora sí, se despide y agradece, hace dejó entrever que podrían regresar. Podría ser posible, podría. Mientras tanto salimos de un recinto profanado, poseído por la banda más sensacional e hipnótica del mundo, una de las protagonistas no solo de la historia del metal, sino del rock.
Qué sentirán de verse a sí mismos y recordar que son muchos, muchos años cuando empezaron en la vieja Birmingham. De saber que todo riff duro existente, les precede y de alguna manera, les pertenece.
No Ozzy, Dios no ha muerto.
El telón negro deja ver al fondo dos demonios danzarines icónicos, brillantes y disparejos, mientras el grito desgarrado de Ozzy, hace gritar a 70 mil blacksabbathianos mexicanos.
Por todos lados escuchas voces de chicas, mujeres que desgastan la voz ante el príncipe de las tinieblas.
“Are you fuckin crazy?”, vuelve a gritar.. “louder”
El Foro Sol se encuentra caliente, minutos antes Megadeth ofreció una hora de recital totalmente metalero, aunque con un pésimo sonido, pero que hizo cantar a México, al estilo que adquirido hace años en Argentina.
Suena la sirena. De alguna manera sabes que esto es histórico. Los dioses del metal han llegado a una tierra de los dioses, a México, así, paganos, invadiendo territorio santo.
Puedes girar tu cabeza y los gritos son multigeneracionales. Veo a quienes debieron escucharlos a los 18 años, veo a quienes los escuchamos ya cuando estaban separados, y veo a quienes los acaban de escuchar con "13". Impresionante.
“Generals gathered in their masses” grita con un escenario aun oscuro Ozzy Osbourne, bajo el compás de Iommi, Butler y el apoyo de Tomy Clufatos.
“All right now”, entona en la parte fuerte de esa sensacional “War Pigs” y retumba el foro, es tanta la fuerza que no puedes creer que estos tipos tengan casi 70 años.
Ozzy agradece, y bromea, siempre amoroso “I love you México”, llevándose las palmas, las odas.
Precede “Into de Void”. Es un momento hipnótico, cargado de aquél blues progresivo tan extraño que implementaron, a finales de los sesentas y principios de los setentas.
Una pequeña chica no alcanza a ver sobre la muchedumbre. Su estatura no importa, la música está en su cuerpo.
Luego viene “Under the Sun”. Esta gira la ha traído de la mano, pese a que no es una de sus canciones más populares, sin embargo, es un momento sumamente potente. Gezzer Butler se lleva la canción. El latigeo del bajo sobre sale al sensacional riff de Iommi y la profunda voz de Ozzy. ¿Debo decir que es mi preferida?
Otro momento nostálgico es “Snowblind”, se nota que esa canción es preferida por muchos. Un clásico mayor, y le da el paso a “Age of Reason”, una de las canciones del nuevo álbum, “13”. Al final de la canción, apoyado de unos invisibles teclados, una parte dramática, Ozzy se arrodilla ante Iommi quien eleva su solo de guitarra, hace reverencia, la primera de la noche.
El viejo Ozzy, atarantado, lento, enfermo, olvida la edad y la salud, reta al tiempo y corre por el escenario, juega con el público y se deja querer.
“Es hora de ir al principio de todo, una canción de hace mucho tiempo, mucho mucho tiempo, mucho mucho” dice el loco mientras todos ríen. Todo se oscurece. Suenan las campanas, luego los gritos.
Inicia el profundo riff de “Black Sabbath”, todo retumba, todo oscuro, algunos se toman la cabeza, la cara, el corazón. Freddy me voltea a ver y me toma del hombro; también lo abrazo.Todos esos años de idolatrar a un ídolo “caído” toman sentido.
Tomy Cufletos tamborea, Iommi entona los tres lentos compases, Gezz los sigue… “What is this that stands before me?”… Esa canción sigue siendo tan tenebrosa, profunda, oscura como en ese memorable primer disco del 69.
Ozzy se retuerce, histrioniza, carcajea después de esa famosa línea “Satan's sitting there, he's smiling”… la ovación.
Oh no, no please God help me….. el riff retumba en el foro, se cae, dormita y entonces viene ese segundo riff… estamos quizás ante el momento más fuerte del concierto.
El ritmo y el blues regresan con “Behind the Wall of Sleep”, es una canción poderosísima. Concluye Iommi, luego aparece solo el sensacional Butler, es un maestro, mi favorito. Viene NIB. El foro explota nuevamente, todos brinca cual canción noventera. Los viejos se quedan mirando a los chavos que se retuercen. Otros cantan.
Contínuamente se viene ese olor, creo que inspira a pedir que llegue “Sweet leaf”, pero no llega., en su lugar cae “End of the Beginning”. Qué canción, qué riff. No parece que sea una canción “no época sabathiana”, y antecede a una que sí lo es, la mítica “Fairies Wear Boots”, es un ligero momento de relax, de cánticos.
Iommi saca el roff de Rat Salad, luego Cufletos demuestra sus habilidades, prende a la audiencia, y sabe que ya viene, esa histórica. Juega con los gritos, finge que la inicia, y sigue con su genial presentación de solo, al último, se deja llevar con ese beat lento, fijo, luego otra vez Iommi…
“He is Iron Man”, apunta Ozzy a Iommi.
El foro corea el sensacional riff de Iron Man, 70 mil personas cantan con fuerza. Es un momento único. Puedes girar 360 grados y no oyes un hueco sin cántico.
Iommi sobrio, elegante; Geez apuntala ta fuerte que retumba el bajo en las bocinas; Ozzy canta y de repente, te das cuenta que en ninguna canción ha perdido la voz.. ¡Es Black Sabbath sin edad!.
Jess voltea a mirarme nuevamente “Los estamos viendo compadrito”. Solo asiento.
“God Is Dead?” asienta un poco al concierto que descansa tanta fuerza, pero hace menear las cabezas con ese riff hipnótico.. Ozzy gatea, brinca, corre
“Ozzy, eres un puto loco” suena detrás de mi un grito ‘achilangado’. Pienso que definitivamente, como alguna vez leí, es un loco maravilloso.
“Dirty Women” es un momento que no he entendido. Una canción popular en su momento pero no cabe en un histórico set list de Sabbath. Esta noche lo he corroborado. El público duerme y Ozzy intenta animarlo. Finalmente el mundo ama a Sabbath. La canción es cantada por los verdaderos fanáticos, pero ese lugar cabe para otras como Sabbath Bloody Sabbath, Never say Die, The Wizard, Electrif Funeral o Hole in The Sky, pero ellos la defiende, la voz de Ozzy incluso cae, debido al tono alto original, Iommi intenta acoplarla. Sale.
Ozzy vuelve a hacer cantar a la audiencia. Bromea, todos responden. Quieren oír la ovación.
Ioomy-Butler retoman ese ritmo fijo, ha llegado “Children of the Grave”, volteo a mirar a mis compadres que incrédulos, a igual que miles más, no esperaban escuchar la mítica canción del Master of Reality.
Estalla la batería con ese sensacional riff metalero.
Justo atrás de mi surge un slam unisex, lo viejos, y los roqueros no tan metaleros miran sorpendidos. Metros adelante se forma otro, y más allá, otro.
La explanada se ha vuelto un remolina que piensas en algún momento, será un huracán. Es el clímax. No pierde fuerza, sensacional de principio a fin.
Ozzy se despide, unos voltean a verse espantados, otros sabemos que es una despedida ficticia, el loco regresa segundos después, no se puede ir sin ella, regresa Iommi, finge otro riff, y finalmente lo hace, el ritmo de “Paranoid” destapa la locura, todos brincan, hay slam, headbangers, gritos, Ozzy corre, Iommi y Geezer sonríen. Nosotros sabemos que es el final.
Ahora sí, se despide y agradece, hace dejó entrever que podrían regresar. Podría ser posible, podría. Mientras tanto salimos de un recinto profanado, poseído por la banda más sensacional e hipnótica del mundo, una de las protagonistas no solo de la historia del metal, sino del rock.
Qué sentirán de verse a sí mismos y recordar que son muchos, muchos años cuando empezaron en la vieja Birmingham. De saber que todo riff duro existente, les precede y de alguna manera, les pertenece.
No Ozzy, Dios no ha muerto.
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