Periodismo formal vs periodismo ciudadano

Sin duda las redes sociales cambiaron todo aquello que conocíamos como comunicación, modificaron el periodismo, simplificado pero a la vez más exigente. Junto a los términos de inmediatez y oportunidad, se refuerza el valor de veracidad, la cual es como en La Teoría de la Relatividad, dependiendo el enfoque. La profesión de informar, siempre ha estado limitada en los intereses particulares de la misma, que para nadie debe ser secreto, sus pilares seguirán siendo parte del mercado, el periodismo es comercial e incluso tienen corazón, y muy recurrentemente ese lado, también genera sesgos, a veces tan imperceptible para el receptor común. Pero cuando una red social, insignificante herramienta de sociabilización se convierte en parteaguas en el mundo de la información, obligatoriamente lo llevó también a la creación de una nueva modalidad en el mundo de la comunicación profesional; el periodismo ciudadano. Un debate de café llevó a esto, explicar en qué momento el auditorio pasó de simple espectador a ser parte del canal informativo y no solo esperar a alguna vez, ejercer su derecho de retroalimentación. No es para nadie sorprendente que hoy los blogs, sean pilares del periodismo independiente. Un amigo me señala que aquellas personas que se ocultan bajo el seudónimo para informar, pueden ser catalogadas como cobardes ya que es empoderar bajo un alias, y no una persona, un poder que por supuesto en algún momento puede tergiversarse. Debería ser con rostro, nombre y apellido, con profesión, jerarquía y con trascendencia, lo cual en parte muy importante es real, sin embargo las características del México actual, por cierto, país amante de las máscaras, hacen que esas cualidades se queden en un segundo plano, porque entonces hay que preguntar ¿aquel que denuncia ante las autoridades de manera anónima o proporciona información, no debe tener credibilidad por qué se esconde tras el anonimato?. Hoy el 90 por ciento de quienes ejercen la profesión de la información están en riesgo de convertirse en noticia dependiendo la circunstancia. La credibilidad solo la ostentan de manera privilegiada medios nacionales, aunque sin olvidar que siguen perteneciendo a un plano comercial, cumpliendo los parámetros mínimos de ética, esto último ni siempre es un cumplido, incluso hay que señalar que con el conocimiento de causa, a fondo, de una situación específica, que siempre un periodista local domina, aunque también este último, en gran parte de las ocasiones minimiza esos mismos hechos por considerarlo algo cotidiano. El reportero o periodista foráneo, siempre maximizará el problema. Finalmente el problema es que la verdad es relativa y la credibilidad, en este momento aun más, de ahí surge el periodismo ciudadano, de la necesidad de informar lo que los concesionarios y profesionistas de la información, no logran lanzar adecuadamente, y no es algo que deba minimizarse. En este momento existen estudios específicos sobre una nueva forma de informar, blogueros que están rompiendo sistemas; tuiteros que cronican historias; el facebook que desprestigia o evidencia; You Tube que programa documentales libres. Precisamente en Tamaulipas, una página administrada por periodistas ciudadanos, está siendo perseguida como muestra de la importancia de este nuevo sistema, y eso no es una discusión. A quienes buscamos día a día hacer de la profesión una letra de mausoleo de nuestra historia, nos queda cotejar, administrar y sopesar la riesgosa herramienta que significa el periodismo ciudadano, con los miles de defectos, principalmente, que se ubica en formación y que nace del anonimato, tratar de defender la información que se guarda con celo, que se sueña exclusiva, que se minimiza olvidando que esa noticia no es para nosotros, y que muchas veces quedan en el café porque si bien el sol no se tapa con dedo, una moneda o un interés comercial o ideológico.

Comentarios

Luis García ha dicho que…
Excelente. El periodismo ciudadano ya es en otros países una realidad que se muestra en las redes sociales. Mas de uno adelanta su pasión oculta por medio de un blog que luego se llega a convertir en una página web. el periodismo formal se reduce a intereses de las empresas, de grupos políticos, comerciales y religiosos que siguen controlando la información que se publica. Hoy por hoy las redes sociales han revelado lo que los medios formales se guardaban para negociar. Ahora lo deben pensar más de una vez. Luis Garcia

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