Tengo que escribir de A dramatic Turn of Events, simplemente porque ahí, está una de las nuevas canciones simbólicas de mi vida.
El último disco Dream Theater se mueve en buenas canciones, buenas letras, excelentes estructuras, momentos fantásticos de manera individual, aunque con el punto en contra de no contar con el sensacional Mike Portnoy en la batería.
Creo que es general, esa sensación de la falta de ese elemento que hacia especial y única la propuesta de la banda de 25 años de trayectoria. Mike Mangini es virtuoso y exacto en su ejecución de bombos, tambores y platillos, pero los elementos propositivos, compositivos y ejecutores de Portnoy lo hacen inigualable.
Sin embargo el disco es sensacional por donde se vea.
Son nueve canciones que no tiene desperdicio.
On The Back on Angels es un virtuoso inicio de disco, quizá la mejor canción para Mangini y el cual fue portada como promocional a la salido del álbum.
El reclamo que significa a los fans Build me Up Bring me Down es en gran parte, quizá calificar una actitud negativa en contra de lo que pudiera significar un mal paso en su carrera, en el caso que lo hubiera sido Mangini y la salida de Portnoy, adelantaron este mensaje.
Lost Forgotten es poderosísima, una gran canción de hard rock y This is the Life es una balada bellísima.
Outcry es pasaje bastante genial de casi 12 minutos, del estilo de siempre de Dream Theater, donde muestra el virtuosismo de cada elemento al instrumento, mientras que el cierre del disco, iniciado por Far From Heaven, suave y acogedor, y concluido por esa pieza Breaking All Illusions, es un pasaje dramático, como el eterno teatro de Petrucci, Myung, LaBrie, Rudes y hoy del virtuoso, pero insuficiente Mangini.
Bridges in the Sky
No por nada, ésta sería, según lo que han comentado los propios miembros de la banda, la canción homónima de un disco, que inicialmente se llamarían, The Shaman´s Trace.
La canción, quinta del disco, es perfecta (aunque creo que con Portnoy habría sido sublime y más valorada, pues hoy se considera mejor canción para los críticos On the Back on Angels), y es un pasaje por la introspección del ser humano, la espiritualidad, la energía, el amor propio, la esperanza, estrictamente fusionada con una partitura compleja, poderosa, bella y trágica.
No soy asiduo admirador de la voz de James LaBrie, pero sin duda puedo decir que ésta, es una de sus mejores interpretaciones. Los primeros 96 segundos se debaten en una mística entrada protagonizada por la voz de un Chamán, en un canto Tuvano, con armonías que sumen en la tranquilidad y la pasividad, de la mano de teclados y sintetizadores de Jordan Rudes, luego, el huracán.
El riff de Petrucci envuelve de inmediato, la batería y el bajo sigue el ritmo que pasea por el mango de la guitarra, hasta que Rudes se une a la melodía orquestal.
La tormenta calma, deja un poco de fuerza para que entre al telón LaBrie.
Inicia la letra hablando del tormento interior, y de la necesidad de una fuerza que reviva el alma.
Llama al Shamán, mientras la tormenta regresa, hasta buscar entregarse a una fuerza superior que saque al temor humano, los pecados y su decadencia espiritual.
El coro nuevamente llega, triste y dramático, para envolverse en un estribillo sensacional, bello, grandilocuente, que sobre pone la melodía “Crossing bridges in the sky, On a journey to renew my life, Shaman take my hand” mientras Labrie cierra con un agudo sensacional, para dar paso a una sesión musical impresionante, que dura poco, quizá para no vaciar la canción, hasta volver al coro y el estribillo que hacen que te lleva de la mano, y justo cuando esperas el cierre vocal en alto, culmina grave mientras el huracán orquestal oprime los sentidos y deja que finalmente, el Chamán tome tu mano. Convertida en una de mis canciones de vida.
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