“Pobres de ustedes cuando nos vayamos, no se cómo le van a hacer”.

“Tienen número fríos, pero no conocen la percepción de la gente”

Mi pregunta al empresario estaba dirigida a saber si el gobierno federal sabía en realidad cual es la situación de riesgo de los tamaulipecos.

Sí sabían que los secuestros ya no son exclusivos de adinerados, o que muchos no regresan ni aun pagando.

Que los robos en las carreteras de Veracruz superan más de 100 en medio año.

Que la ciudadanía ha formado cuentas anónimas en las redes sociales para alertarse de no pasar por algún lugar, porque o roban, ó secuestran o hay balacera.

Quería saber si en una mirada o una pregunta que el Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, habría expresado sorpresa o conocimiento, y si la expresión "madriguera de delincuentes" estaba sustentada en conocimiento real de la psicosis, el temor y el repudio, o si solamente sabe lo que tanto se ha filtrado, que el Chapo llegó a incorporarse a una lucha de territorios, que ya iniciaron hace dos años el CDG y los Zetas.

Si sabe que a los 15 años, la decisión ya no es solamente estudiar o trabajar, sino exponerse a la potencial bolsa de trabajo que significa el emporio del crimen organizado.

Incluso, corroborado está que hasta en los puestos más sanguinarios, ahí si hay equidad de género.

Fuera del contexto político que significara la visita del funcionario federal a Tampico, y la percepción a fondo que aparentemente se llevó a exponer, Tamaulipas se encuentra en uno periodos de crisis, muy lejanos de ese debilitamiento del narco que pregona el Secretario.

La escalada de violencia es hoy evidente y para muestra, los hechos que desde hace 15 días cimbran a la capital del estado.

“Es horrible, estuvimos sitiados” y mientras escucho esa expresión de una victorense, recuerdo el martes negro de Tampico, que acabó por varios días con la vida de una ciudad próspera.

Mientras pregunto si Poiré sabe todo el cinismo del poder ilegal sobre la conciencia tamaulipeca, me acuerdo del militar que me señala que tienen detectado todo el clima de corrupción y me advierte “pobres de ustedes cuando nos vayamos, no se cómo le van a hacer”.

En este momento mientras escribo para ti el fenómeno de las redes sociales como vínculo de prevención, y el sistema SDR (Situaciones de Riesgo), de anónimos y autoexiliados por la inseguridad, trato de entender cual ese móvil real, que nos blindará o expondrá, y si ya hubo aprendizaje.

Mantengo la idea firme de que la estrategia de seguridad es ideal para recuperar a una sociedad, sin valores y que en los círculos más populares, tiene más influencia un corrido de historia violenta que el himno nacional.

Pero mantengo la idea que no se hizo una acción integral, que el tiempo se acabó y que se enfrentó grupos criminales, pero no las bases en la corrupción, en las instituciones, en las policías, ni en la cultura ciudadana.

Se enfrentó, pero se enfrentó mal.

Hoy la realidad es que el crimen organizado sigue siendo el sector económico más rentable de México, y eso no es debilitarlo.

Lo que se hayan llevado de información y percepción de las autoridades, debe tener interés en si, servirá para reforzar la estrategia, o para manipular la realidad.

Estamos en una sociedad que grita para adentro y escribe sin tinta.

Un pueblo que se esconde, que necesita el anonimato, que huye y que se resigna, es el indicador que estamos de la madre.

Y mientras escribo me doy cuenta que puedo exhalar miedo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Cranberries en Tampico. Un concierto demasiado grande para una ciudad pequeña

Un genio bipolar. Devin Townsend

De mi soundtrack: Los puentes de esperanza (Brindges in the sky)