Nuestra democracia está lejos de usar pañales entrenadores


Con el principio de la Cuota de Género, le pegas en la madre a un derecho constitucional para celebrar otro.
El tema que hoy ciñe el yugo del IFE y el PAN, es parte de la composición ineficaz de una ley electoral en pañales, lo cual algunos promotores de esta equidad de género, concuerdan con que evidencia muchas faltas en el sentido democrático que tanto se pregona en este país.
El principio de equidad de género como legislación, que es, obligar a impulsar al sexo femenino en espacios de elección popular, es la prueba de un país machista y retrógrada, conservador por parte de los partidos políticos.
El Instituto Electoral en México, ordenó, tras la imposición que hicieron los diputados para legislar este principio de justicia y derecho mundial, de dar espacios y oportunidades a las mujeres, hacerlo valer, pero partiéndole la madre al de la democracia, que tiene el mismo valor moral y constitucional.
Fue una decisión injustificada en cuanto a valores por parte del IFE, pero necesaria para justificar que esa legislación era de antemano, insustentable e inválida.
Injustificada porque la misma ley, esa llamada Cofipe, subraya que un derecho, no se impone sobre el otro, por lo menos léase el artículo 219 con todo y sus lagunas legales.
Hoy por hoy, hay mujeres que tienen todo el perfil, conocimiento y bagaje suficiente para competir y ganar espacios en todos los sectores posibles, pero también es responsabilidad de ellas mismas no buscar siquiera estos espacios, y creo que imponerlos no es la medida más adecuada.
Hoy, así nada más me suenan Josefina Vázquez, Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo, Dolores Padierna, Marisela Morales, Miranda de Wallace dentro de cotos de poder, y esto sin contar otros personajes ajenos a la política, que tienen importante liderazgo de opinión, ni tampoco a esas mujeres que en cada región o ciudad, tienen peso.
El PAN sacrificó candidaturas de representantes hombres porque moralmente no podía cerrarse al impulso de la mujer, y el mercado que significa electoralmente hablando, y que si no hubiera actuado como tal, sería un severo, muy severo punto sensible en las campañas, si recordamos que más del 57 por ciento de los votos son femeninos.
Con este bloqueo, discriminaron hombres, atentaron contra la democracia y desestimaron el diálogo, el convencimiento y la negociación, como un valor primordial al interior del partido, así que también inquiero, el PAN busca exponer esa lamentable reforma.
Una activista, una política e impulsora de la cuota de género, califica el recurso como un recurso que no debería existir, pero que es necesario culturalmente hablando; un funcionario del IFE, tranquilamente me dice que no hay bronca, que la ley electoral, es 100 por ciento controvertible y para lo cual hay las instituciones necesarias para resolverlo; los hombres desplazados se dicen ofendidos y violados de sus derecho constitucional de ser elegidos, a cambio de una imposición. Yo solo digo que nuestra democracia está lejos de usar pañales entrenadores.

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