Platanito, y el mercado que compramos


Platanito es un pendejo.
El comediante finalmente no entendió sus límites y terminó por sentenciar su carrera.
Es verdad que México lucha por la libertad de expresión, pero no sobre los derechos de los demás, en este caso, de los 50 niños que murieron en la guardería ABC en Sonora, en junio de 2009.
Pero finalmente es también detentar el consumismo mexicano, que está plagado de este tipo de personajes.
El payaso, dedicado a un público "open mind", tuvo el éxito y popularidad que actualmente tiene, en base a shows con temática de humor muy cargado, y formatos televisivos que fomentan, mediante conceptos como irreverencia, su mercado.
Las redes sociales han mostrado su naturaleza en torno al tema; crucificar al showman ó crucificar quienes lo han hecho popular.
La televisión y el mercado del entretenimiento en México es libre, y aparte de la defensa de los Derechos Humanos, como en este caso, la población, como en toda las actividades de un país que finca sus leyes en la democracia, tiene el poder de elegir que toma y que no.
Estos programas y titulares de los mismos, existen por montones, no por nada comentarios estúpidos que han atentado contra los derechos a terceros, como la de ideología, creencia, de raza, de preferencia, emanan en cantidades de la televisión, y son tan fuertes que detienen al dedo que podría cambiar de opción.
Platanito es un pendejo, y más pendejos nosotros que consumimos esos productos.

Posdata

Mención aparte Juan Molinar Horcasitas que sentenció la insensibilidad del payaso para adultos por su chiste hacia las víctimas del ABC.
El ex funcionario federal, quien entonces estuviera a cargo del IMSS también emite un chiste muy grave.
La omisión de titulares al frente de las dependencias, que generan tragedias tan graves, y que no se vuelan con las cenizas, debería mantenerlos callados. Eso también es bailar sobre la tumba de las víctimas.

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