Desmenuzadero. Libertad de Discreción
Junto con la transición de poder, lo que inició el ya histórico ex Presidente de la república, Vicente Fox en el 2000, fue la apertura de la libertad de expresión; sí, esa que justamente se festeja este 7 de junio, y que no existe.
Los libros marcarán, el alto nivel de crítica que en ese entonces permitió el primer mandatario de derecha en el país, inclusive contra la máxima figura nacional.
Hasta hoy, muchos piensan que se desprestigió y devaluó la embestidura presidencial y el oficialismo, porque desde el primer día, los medios de comunicación de todos los niveles, aprovecharon una censura oficialista arraigada, al grado que en muchos casos también hizo falta tacto, finalmente, ahí estaba la letra libre de plasmar el pensamiento y llevarlo al cognoscitivo general.
Pero dicha apertura venía cargada de desentendimiento, una comodidad en muchos rubros, que hicieron se dejara perder el control en todos los sentidos, y que hoy son evidentes en una violencia apoderada de todo un territorio, vulnerado contradictoriamente por el terror y la insensibilidad, por el reclamo y el silencio.
No se puede decir que hay Libertad de Expresión, en un lugar donde no hay libertad en muchos sentidos. Tenemos libertad de discreción en la prensa y en los medios electrónicos, evidentemente cruda, y que ha sido grabada con sangre y mantas, en las conciencias de quienes de representan el canal oficial de información en algún sector.
Atentados contra comunicólogos en Estados como Sinaloa, Nuevo León o Tamaulipas, o recientemente Veracruz, demuestran la vulnerabilidad de los representantes de los medios masivos ante el intento de apertura alguna.
No hay protección ni seguridad, y se fomenta la autocensura; tan fácil explicarlo en que cada quien sabe que es publicable y que no.
Así lo dicen más de medio centenar de comunicadores caídos en la guerra oficial, y en el desencadenamiento de una lucha “civil” que ha dejado 40 mil muertos.
Pues así, la censura en los medios de comunicación es algo natural, y la real expresión se encuentra en la calle, en los cafés, en las pláticas de casa, en los rumores, y principalmente en las redes sociales.
Mientras pienso en estas letras, también pienso en muchas otras que se han quedado selladas con un backspace. Somos libres de decidir que no expresar. Bienvenidos a la autocensura, Feliz día de la Libertad de Discreción.
Los libros marcarán, el alto nivel de crítica que en ese entonces permitió el primer mandatario de derecha en el país, inclusive contra la máxima figura nacional.
Hasta hoy, muchos piensan que se desprestigió y devaluó la embestidura presidencial y el oficialismo, porque desde el primer día, los medios de comunicación de todos los niveles, aprovecharon una censura oficialista arraigada, al grado que en muchos casos también hizo falta tacto, finalmente, ahí estaba la letra libre de plasmar el pensamiento y llevarlo al cognoscitivo general.
Pero dicha apertura venía cargada de desentendimiento, una comodidad en muchos rubros, que hicieron se dejara perder el control en todos los sentidos, y que hoy son evidentes en una violencia apoderada de todo un territorio, vulnerado contradictoriamente por el terror y la insensibilidad, por el reclamo y el silencio.
No se puede decir que hay Libertad de Expresión, en un lugar donde no hay libertad en muchos sentidos. Tenemos libertad de discreción en la prensa y en los medios electrónicos, evidentemente cruda, y que ha sido grabada con sangre y mantas, en las conciencias de quienes de representan el canal oficial de información en algún sector.
Atentados contra comunicólogos en Estados como Sinaloa, Nuevo León o Tamaulipas, o recientemente Veracruz, demuestran la vulnerabilidad de los representantes de los medios masivos ante el intento de apertura alguna.
No hay protección ni seguridad, y se fomenta la autocensura; tan fácil explicarlo en que cada quien sabe que es publicable y que no.
Así lo dicen más de medio centenar de comunicadores caídos en la guerra oficial, y en el desencadenamiento de una lucha “civil” que ha dejado 40 mil muertos.
Pues así, la censura en los medios de comunicación es algo natural, y la real expresión se encuentra en la calle, en los cafés, en las pláticas de casa, en los rumores, y principalmente en las redes sociales.
Mientras pienso en estas letras, también pienso en muchas otras que se han quedado selladas con un backspace. Somos libres de decidir que no expresar. Bienvenidos a la autocensura, Feliz día de la Libertad de Discreción.
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