las carencias del nightwish en vivo

Recuerdo una reseña de Black Sabbath que decía que el único pecado del magnífico vocalista, Tony Martin, había sido llegar como un completo desconocido, a una banda en donde habían pisado los mítos Ozzy Osbourne, Dio, Ian Gillán o David Coverdale.
A Anette Olson le paso algo similar al incorporarse a Nightwish tras la salida de Tarja, y que dejo sin sabores a gran parte de los seguidores tras una despedida muy impulsiva por parte del grupo.
Es cierto que Anette pose una voz más versátil y poderosa, pero Tarja fue un ícono he impuso un estilo a su banda por más de 10 años, convirtiéndose en una estrella mundial del Heavy.
Esto lo sabe perfectamente Tuomas Holopainen, líder y cerebro compsitor de toda la música, que hizo durante la estructuración del último disco del grupo, Dark Passion Play, una elaboradísima producción para tapar las limitantes de la nueva vocal, si fuera comparada con su antecesora.
Eso dio como resultado un disco con canciones de gran magnificencia con la total aportación de una orquesta sinfónica, mayor aportación del vocal masculino, que evita en el disco, pensar en Tarja.
Pero con la salida del disco en vivo, Made in Hong Kong, se evidenció la carencia de estilo de la mujer al cantar sin tanto apoyo de estudio y producción, y en el caso de canciones que son de la era de Tarja, se extraña el timbre de la soprano.
Será muy dificil adecuar un estilo musical de más de 10 años como el que dejó Nightwish en su primera etapa, y será más difícil llenar los recovecos que dejó su verdadera musa.
Las canciones llegan a ser muy planas, y son demasiados los recursos, que no se escucha o distingue la voz de Anette.
Quizá el grupo no deje de sacar buenos discos por la composición, el estilo y la potencia de toda la banda se ha mantenido, y se adaptarán perfectamente a cualquier timbre de voz, ellos se saben buenos músicos, pero al final, al estar en vivo, seguirán pensando en la voz que hizo dio belleza al heavy, Bye Bye Beautiful